La Directora del Centro de Estudio de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (CENTRASS) de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, Irene Rojas Miño, organizó un nuevo seminario titulado: “Los instrumentos ante la brecha de pensiones en la Unión Europea y en especial en España”.
Para abordar esta temática, es que se invitó a la profesora Carmen Grau Pineda de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, España y a la profesora Carmen Tatay Puchades de la Universidad de Valencia, España, quienes expusieron los detalles de cómo se trata esta situación en su país.
Al respecto, Dña. Carmen Grau, explicó que “la brecha de género en pensiones, lo que mide es la diferencia en el importe de la pensión entre hombres y mujeres. Tanto en Europa como en España sigue existiendo diferencia en este importe que hombres y mujeres cobran al momento de jubilarse”.
Agregó que lo anterior es “fruto de las diferencias que existen en el mercado de trabajo. En las carreras de las mujeres se observa mucha discontinuidad, entradas, salidas, salarios inferiores y todo eso tiene un impacto directo en la brecha de las pensiones”.
Por su parte, la Dña. Carmen Tatay, partió diciendo que “en España las pensiones de los hombres, como media, son un 31,1820% más altas que la de las mujeres. En nuestro modelo influye mucho cuánto periodo has cotizado y en qué cuantía has contribuido cada mes para ver la cuantía de tus pensiones”.
Señaló que “existen los instrumentos que van a regalarte como días cotizados en tu carrera de seguro para que tu pensión sea más alta, estos han ayudado, pero no han funcionado del todo. Hay un aumento directo en la cuantía cuando ya la has causado, pero esta nos ha generado muchos problemas porque se diseñó solo para las mujeres y Europa nos ha condenado por el trato discriminatorio que han tenido los hombres al no ser beneficiarios”.
Indicó además que “otra herramienta que tenemos es temporal y hasta que el porcentaje antes mencionado baje al 5%, se va a favorecer a las mujeres con una cuantía por cada hijo que reciben, a fin de que su pensión vaya subiendo y se pueda equiparar con la de los hombres”.